Una de mis peores cadenas

Una de mis peores cadenas, algo que me molesta y me gusta, el blanco y el negro de mi vida, algo que me está costando tanto la salud, como el dinero, algo que no le gusta que haga a mis seres queridos, algo por lo que mi propio hermano estaría dispuesto a pagar si lo alejara de mi vida, el tabaco.

Fumo alrededor de un paquete diario, hay días en los que más, hay días en los que menos, con cada cigarro siento como esa cadena me asfixia, con cada cigarro aprieta mas, pero es una cadena cuanto menos curiosa, es como si yo mismo disfrutase del dolor, realmente soy yo el que la aprieta, yo y solo yo tengo la culpa de que ahora deshacerme de ella sea complicado, porque cuanto más
aprieto, más me pide mi cuerpo que lo haga. A veces pienso que no me aprieta...siento que está dentro de mí.

Necesitaré de todo lo que tenga para quitarme esta placentera cadena que se me clava en la piel, que me destroza, me quita la juventud y a la que pese a todo, amo.
Esto tiene que terminar...esto va a terminar, tiene que ser como un esparadrapo que te quitas sin pensar en el dolor posterior.

Se lo digo a mi hermano, entre alegría e incredulidad me dice:
-"Es mentira, no lo vas a dejar". Me deja solo. En ese momento dudo, el hecho de decírselo a alguien hace que te parezca más real y dificil de lo que pensabas...

(La cadena aprieta, no va a soltarse tan facilmente, está luchando por su existencia, por sobrevivir, aprovechará cualquier muestra de debilidad por mi parte para hacerse fuerte).

Dudo, me engaño a mi mismo, pienso que no es tan grave, que en cualquier otro momento podré deshacerme de ella, pero en ese instante toso, toso mucho, paro en seco, mi cuerpo me está avisando, (¡Es ahora!), nunca me habia atrevido a hacer esto, pero lo hago...cierro los ojos.

La encuentro dentro de mí:

-Lo tengo decidido, te marchas.
-Sabes que no vas a hacerlo, sabes que no PUEDES hacerlo.

(Está jugando conmigo, juega con mis debilidades...)

-Me haces mal, lo he consentido desde que tenía 15 años, pero aquel chaval al que conociste por aquella época no es el hombre que hoy ves ante ti. Te marcharás y no regresarás.
-¡Ohh! ¿Enserio? Se te ve muy decidido, ¿realmente vas a despreciarme? Con todo lo que hecho por ti.
-¡Calla! Tu no has hecho nada por mí, solo me has hecho mal.

(Agarro mi cadena interior, voy a arrancarla, voy a hacerlo ahora, delante suya y me reiré en su cara cuando lo haga, hija de puta. Se que contraatacará con algo, así que espero sus útimas palabras antes de desprenderme de ella).

-Te equivocas, yo no he hecho nada, tu y solo tu, eres el responsable de esto, nos hemos divertido juntos, admítelo, tu y solo tu, tomaste la decisión de cargar conmigo, fué TU decisión...ahora piensas que hiciste mal, la decisión que vas a tomar si me separas de ti, también es tuya, ¿y si esa fuese la decisión equivocada?.
-No lo es, me estás quitando la salud y el dinero, por eso sé que esta es la decisión correcta.
-Te equivocas de nuevo, recuerda, toda diversión requiere un gasto de dinero, esta es solo otra más y con respecto a la salud... también puedes morir si te atropella un automovil.
-¡Basta! No me salgas con esas, yo inventé esas excusas.
-Tranquilizate, sabes que es la verdad, continuemos juntos, es lo mejor.

(Bajo la cabeza, dejo de apretar la cadena, estoy casi convencido de que es menos problematico dejar las cosas como están.
Y mientras estoy entre "un mundo y otro" y a punto de soltar la cadena y ver como se rie de mí una vez más, oigo una voz detrás de mi)

Es mi madre...
-¿Que haces?
En ese momento no fui yo el que habló, no sé de donde vino aquello, pero desde luego no fuí yo.
Le digo:
-Voy a dejar de fumar.
Sentado de espaldas a ella abro los ojos de par en par, aun sin sabes que acababa de decir.
Siento como se acerca me da un abrazo y se rie.
-Si lo dejas de verdad, yo también lo hago.

(Vuelvo a mi interior...levanto la cabeza y miro mi cadena fijamente)

-Sabes que era todo lo que necesitaba.
-Lo sé, tenía que intentarlo. Recuerda que notarás mi ausencia...y mucho, querrás volver a llevar esta carga. ¿volveremos a vernos?.
-No, si puedo evitarlo.
-Yo siempre estaré ahí para ti. Esperandote...
-Yo no, me has jodido durante mucho tiempo, y sé que aún no es tarde para mi, me costará, pero aprenderé a vivir sin ti.
-Espero que no (se ríe).
-(Sonrío) Adiós.

(Doy un fuerte tirón y la separo de mí. Me vienen a la cabeza algunas imagenes de familiares y amigos, las personas que no querían que continuase con esa cadena, el tabaco. Miro la señal que me ha dejado la cadena al ser arrancada y vuelvo a la realidad).

La herida esta caliente y no me duele demasiado, cuando enfríe empezará a doler. Cuando una herida duele significa que se está curando, por tanto cada vez que me duela me acordaré de esa cadena y como prometí me reiré en su puta cara.
Ahora siento lo que dije que se sentía cuando te quitas una cadena, gratificación y bienestar.

Como dije, este es un blog para romper cadenas, he querido dar ejemplo y hoy rompo la primera y seguramente una de las más gruesas que me oprimen.

Esta ha sido una forma "poética" de expresar como me conciencié para dejar de fumar, aunque no por ello es menos cierta.
Por supuesto no obligaré a nadie a dejar de fumar, tampoco pretendo convencer a nadie, cada uno es libre de cargar con todas las cadenas que quiera o pueda soportar.